jueves, 28 de mayo de 2015

El cazador

El cazador caminaba junto a su perro y su escopeta, de pronto les sorprende una gran tormenta, y se ven obligados a cobijarse bajo un árbol. Cuando se cobijaban bajo el árbol, un rayo les alcanza a ambos, perdiendo su vida. La tormenta amaina y ambos siguen su camino. El cazador se da cuenta de que la fatalidad, les ha alcanzado. Los dos continúan colina arriba, el camino se hace cada vez más pesado y el sol caía con más violencia sobre sus cabezas. Sudaban y sudaban; la garganta y la garganta se les secaban. Al final de una colina, observan una gran mansión, este junto a su perro se dirigen a la misma y solicitan agua. Buenos días Buenos días responde el hombre. Se puede beber agua? Tenemos mucha sed, mi perro y yo. Hay una fuente entre aquellos arbustos, usted puede beber cuanto quiera, su perro no. Lo siento mucho, dijo el cazador. Después de mucho caminar, encuentra otra mansión. Buenos días Buenos días responde el hombre. Se puede beber agua? Hay una fuente entre aquellos arbustos, pueden beber cuanto quiera. En ese instante se da cuenta que su vida ha dejado de existir

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