domingo, 30 de diciembre de 2012

Entre nieto y abuelo, nada se pide, todo se da



A los nietos se les da tanto amor, tanto que jamás nadie puede sospechar soñaron. A los hijos se les quiso y se les quiere son un testimonio del amor entre dos personas. Los nietos, hay los nietos, estos son la confirmación de la existencia. Por eso se quieren tanto, por eso son juguetes anímicos de la edad mayor.
Un nieto es un deseo, a ellos se les ve de distinto modo, se les abraza se les acurruca y se les como no se quisieron a los hijos. Este querer hacia los nietos no es ni más ni menos, es, distinto.
Ellos los abuelos dan los besos que quizás ya nadie les da. Se reedita la pubertad y el corazón palpita robustamente como si fuera un corazón adolescente.
Con un nieto en los brazos vuelve  la juventud que se intenta escapar día a día. Entre nieto y abuelo, nada se pide, todo se da.
Es tan maravilloso vivir ese amor hacia un nieto que jamás la cambiare por nada en el mundo.
Ver a un nieto en tu morada, es renovar alegría, juventud y sobre todo vida. Los nietos son el capital de los años de la cordura…. Con los nietos se revive de nuevo la historia.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Eres tan dulce y tierno

Adrián un día escribiré una carta para contarte mil cosas, y para que el día que la leas a tu abuelo recuerdes.
 Nunca pensé, que mi interés por ti, fuera tan grande, nunca en mi vida pensé, que añoraría tanto tu mirada, tu sonrisa.
Eres tan dulce y tierno, tan guapo, Adrián, te pusieron tus padres, ellos que tanto te quieren.
En tus ojos me veo, y me recuerdan mis años vividos.
Con tu nacimiento, he vuelto a llorar de alegría, o como  hoy en tu primera vuelta al hospital con llanto velado y tenso, quisiera tenerte siempre en mis brazos, besarte, cuidarte, abrigarte, y darte toda mi vida entera como lo intente con mis hijos. De amor, embriagarte.
Ya no sé cómo expresarte mi amor, y es que es tanto mi cariño, que con sólo mirarte y abrazarte, me haces feliz.
Apenas has nacido, y nos has hecho tan felices, que fue dulce la espera.
Recuerda que siempre estaré contigo, aunque no me veas a diario, mi corazón y mi mente ahí estarán siempre.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Un caluroso día de Verano


Era un caluroso día de verano. Pasaba frente a la puerta de una cafetería que estaba en el camino de regreso a casa, iba distraído, ensimismado; quizás por el agotamiento del el calor que hacía a las tres de la tarde en cualquier pueblo del sur de España. Cien metros más adelante, junto a una circunvalación de calles observo a un individuo que me infundió sospechas, no sabía por qué, pero no me gustaba, y no lo conocía, algo en mí, me digo que tenía que evitarlo y estar al loro; por lo que doy marcha atrás y entro en la cafetería, me siento en una mesa y pido un café, de pronto entran unos hombres, estaban asustados, encogidos de miedo diría yo, piden café y con la mano hacían gestos al camarero señalando hacia la circunvalación de calles. Yo permanecía tranquilo pero en tensión.
Me acerco a aquellos hombres, me identifico, y les interrogo del porqué ese miedo que se vislumbraba en sus rostros. Afirman que, el individuo que se encontraba en la circunvalación de calles, llevaba una pistola, y que a su lado había un coche de alta gama arrancado y preparado para huir; en el interior de la Caja de Ahorros, se observan movimientos raros para la hora en la que estábamos y creían haber visto en su interior un individuo con una máscara tapando sus facciones.
Doy instrucciones al camarero y solicito del mismo que llame a la Policía, mientras tanto, dando un rodeo, consigo acercarme al individuo sin que este se percatara de mi llegada, le pongo la pistola en la nuca y le ordeno que no se mueva ni se vuelva hacía atrás, entre el pantalón y el cinturón le arrebato la pistola que llevaba en la cintura y enérgicamente le mando a que se tire al suelo, me saco los grilletes que llevaba entre mi cuerpo y el pantalón y se los pongo con las manos atrás. Con energía y decisión le interrogo del porque lleva el arma y porque vigila La Caja de Ahorros, fue tanto mi sorpresa, que no me lo podía creer “el individuo en sí, me dice que en la Caja de Ahorros hay tres individuos, que se disponen a atracar la y, están dispuesto a tomar rehenes” me dispongo a leerle sus derechos como detenido, basados en el artículo 520 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
1. Derecho a ser informado de las razones de la detención y de los derechos que nos asisten.
2. Derecho a guardar silencio.
3. Derecho a la asistencia de un abogado de oficio.
4. Derecho a informar a los familiares del detenido.
5. Derecho a la asistencia médica.
El individuo, estaba cargado de emociones contrapuestas, si entender todavía su última acción perecedera, sabía que su destino era la Cárcel, la soledad que ofrecían los cuatros muros que la rodeaba, allí debía expiar delito.




Que fácil se me hace amarte


Que fácil se me hace amarte, mis sueños todos son sentimientos, amor…, desde el día que en que naciste que sencillo es quererte, escuchar tu nombre Adrián, verte, oírte llorar, captar la hermosura de tu mirada.
Es tan dulce tu esencia.
Han pasado tan rápido los días, que hace poco supimos que venías, y ahora ya existes, ya estás entre nosotros, presenciamos día a día tus progresos, tus sueños, te comemos a besos, estés o no despierto, por que eso es lo que a nosotros, los que te rodeamos nos satisface, (sin preguntarnos que es lo que a ti te gustaría).
Ya eres una gran realidad, eres un sueño muy feliz, que tu abuelo vive día a día.
Cuando veo tu cuerpecito tan frágil, pienso que te puedes romper, te abrazo con la intención de protegerte y creo que lo consigo, noto que te sientes seguro, echado sobre mi pecho y sujetado por mis manos y duermes feliz.

sábado, 27 de octubre de 2012

Orgulloso de mi familia


Estoy orgulloso de mi familia (entendiendo por familia, la más cercana; esposa, hijos, nuera y Adrián (mi nieto de 15 días que me rompe el corazón con tan solo míralo).
Cuatro fechas para recordar, 19 de Agosto 1979, 22 de Junio de 1980, 12 de Mayo de 1982 y 10 de Octubre de 2012, fechas de mi boda, nacimientos de mis hijos y mi nieto.
Como en todas las familias ha habido épocas mejores, algún que otro dolor de cabeza, pero verdaderos problemas, nunca; a nuestra manera hemos estado unidos, nos alegramos de las cosas buenas  que nos ocurren a cada uno de nosotros, y nos entristece cuando nos pasa algo desagradable.
Ningún miembro ha tensado de la cuerda para ver quien es el mas fuerte, al contrario, todos hemos arrimado el hombro.
Me siento satisfecho, si pusiéramos en una balanza lo malo y lo bueno de esta, mi familia, seguro que el noventa y nueve por ciento se iría hacia la parte buena.
He tenido mucha suerte con mis hijos aunque a decir verdad, no han sido grandes estudiantes, pero tampoco de conflictos, cada uno diferente al otro, con sus virtudes y sus defectos, pero siempre el uno pendiente del otro, apoyándose en cualquier desenlace de la vida cuando alguno de los dos lo necesitan.
Creo que les he enseñado cómo comportarse en sus vidas  diarias, que sean honestos con los demás y con ellos mismos, que se quieran entre ellos y se apoyen siempre como ahora lo hacen.
Me siento satisfecho con mis hijos, mi nuera y como no, con la mujer que  lleva treinta tres años a mi lado, la madre de mis hijos, mi compañera y la persona que mas me conoce.
Un apartado aparte para mi nieto, un personajillo de 17 días que ha ocupado el centro del universo en esta familia y que cada día que pasa nos hace a todos más felices.


jueves, 25 de octubre de 2012

Disculpar mi atrevimiento



Espero que sepáis disculpar mi atrevimiento. Jamás había pensado hacer lo que intento, un poema, (al final no sé si me saldrá o no) ya que lo mío siempre fue y es, lo que yo llamo  “micro relatos”, pero el momento merece el intento y el atrevimiento. Todos los días no le nace a uno un nieto y he aquí que hoy Adrián  mi nieto cumple once días que es además de guapo; el personajillo que me ha cubierto de una inmensa felicidad. Por eso voy a intentar hacer un poemita. Venceré la vergüenza al ridículo, él me dará fuerza.
Sé que en este momento, no se dará cuenta (tiene once días), pero cuando sea mayor y lea esto, aunque su abuelo no este, comprenderá cuanto lo ha querido.

Después de nueve meses
 Llegaba mi primer nieto
El que me haría sentir el amor más bello que cualquier persona  pueda abrigar
El día que naciste, fue sin duda el mejor de mi vida
Tu alumbramiento, esperado como agua de mayo me colmo de felicidad.
Hoy puedo decir que me consuelo con tan solo mirarte.
Y que aunque tú no me veas, al mirarte y verte tan tierno y frágil mis lagrimas he de limpiar.
Solo tú eres capaz de arrancarme una sonrisa y enjugar mis lágrimas.
Por desgracia el tiempo pasa muy de prisa y no se puede frenar, me gustaría frenarlo, para que no pasaran los días, los años, para de ese modo tenerte cerca, oír tus gritos y tu refunfuño, cuidarte, mimarte y abrazarte.

Y se llama Adrián


El día 10 de octubre de 2012, nació mi primer nieto, un personajillo al que sus padres lo han llamado Adrián. El niño ha nacido bien, su madre, Vanesa está bien.
Para la familia, este personajillo ha sido como agua de mayo, ha sido un manantial inmenso de emociones, fue un no saber si reír o llorar; al final impero el llanto sobre las risas, pero fue un llanto reconciliador, sosegado y bienvenido.
He de decir que Vanesa, su madre, es para nosotros como la hija que nunca tuvimos, que entre ella y su suegra hay una relación tan cordial que más bien parecen madre e hija.
Llevaba unos años preguntándome a mí mismo, que significaría un nieto en mi vida. Esa oscuridad, se desvaneció en el mismo instante en el que apareció  ante mis ojos Adrián, ya tenía carta de naturaleza y formaba parte de la sociedad, un sujeto actor, que no estaba en la barriga de su madre, nació sobre las 12:50 horas y me sorprendió que tuviera los ojos tan abiertos, y que esos ojos se dirigieran hacia las voces de los que allí estábamos.
Desde ese instante comprendí que iba a ser la persona más acaparadora de mi vida y que se me ha unido alguien verdaderamente exclusivo, alguien cuya sonrisa  y locuacidades que todavía no se entienden, recién descubiertos, trazan una sonrisa permanente en su rostro y un estremecimiento de felicidad inmenso en el mío. Es curioso como un ser tan pequeño ha logrado hacerse un sitio tan grande en mi vida

Dejamos alguna vez de ser padres


Cuando dejamos de ejerces como padres “si es que alguna vez lo hacemos”, más pronto que tarde, surgen a nuestro alrededor vidas que acaparan todo lo que nos rodea “los nietos”, Adrián, mi nieto, todavía no ha nacido, pero desde el mismo día que sus padres nos dieron la noticia, no sé cómo pero sí que es un gran acaparador en la familia.
El día que nazca allá para primero de Octubre  de 2012 o posiblemente antes ahí estaremos su abuela y yo con nuestro apoyo y experiencia hacia sus padres, disfrutando de una segunda oportunidad para volver a empezar; esta vez con más ilusión si cabe de cuando nacieron nuestros hijos y esperemos que con expectativas, ilusión y esperanza mayores. “A pesar de cómo funciona el país en este momento”.



Esperando a mi nieto


Adrián, no sabes con cuanta alegría recibí primero, la noticia de tu concepción y ahora de tu inminente llegada. Son muchas las sensaciones que me invaden. Es una nueva etapa de mi vida. Porque tu padre, mi hijo, y tu madre Vanesa, hasta hace poco una desconocida para mí. (Hoy una hija), me van a hacer  abuelo.
Es la ley de la vida, y sin duda una manera en la que ella me enseña a que estoy haciéndome viejo...
En poco más de un mes dejaras el mundo de paz y bienestar, donde has crecido en la confianza del vientre de tu madre, para llegar a este otro mundo, donde solo se habla de crisis económica, inflación, recesión…, y donde por culpa nuestra, no todas las cosas funcionan como deben. Mientras llegas, reflexiono sobre cómo será mi vida a tu lado.
Te prometo, que la tuya, al lado de tu abuelo será toda la placentera que mis facultades y mi imaginación me permitan.


Viviendo un sueño

Mi nieto al grito de “Abuelo, vamos a la piscina”, cogidos de la mano, yo babeando satisfacción desde lo más hondo de mi naturaleza, y él, con su ingenuidad, advirtiéndome de los peligros: “Abuelo el suelo quema” y yo tan feliz, no podría serlo más. Expongo, en fin, mi entrega entusiasmada cual si fuera a cumplir mi último sueño”. Él me insufla vida aún antes de haber nacido, y me da lo que complementa mi esperanza, de mi vida… 

Adrián

Mi nieto se llamará Adrián, así lo han decidido sus padres “Oscar y Vanesa”, sé que voy a disfrutar viéndole disfrutar a él. Quiero llevarlo de excursión, a la playa, futbol…, subirle al tren de la vida y enseñarle lo bueno y lo malo que se va a encontrar en este mundo en el que vivimos.
Quiero y deseo que su abuela le llene su mochila, y hacerle ver que esa mochila es especial por el solo hecho de que su abuela, “estoy seguro” le ha pondrá todo el cariño del mundo. Quiero pasear con él por la ribera del Guadaíra; entre los eucaliptos y pinos verdes, rodeando ese magnífico paraje.
Es mi deseo llevarle a Gandul y acompañarlo a todo y en todo lo que él quiera.
Quiero contarle y decirle, que para su abuelo, él junto con su abuela, será la persona más importante de este mundo, que puede contar conmigo en todo momento y que a lo largo de mi vida jamás lo defr
audaré.

Mi nieto


Qué puedo escribir de ti?... Cuando aún no has nacido, y no sé si te conoceré algún día. Circulas una y otra vez por mi cabeza, llegas a abolirme y todavía no he llegado a verte.
 No sé como impactará sobre mí el sonido de tu voz, o de tu llanto, el calado de tu mirada, una caricia de tus manitas... Alguna vez he creído verte finalmente creo que no eras tú, espero que vengas. Deseo conocerte y sobre todo poder abrazarte, y darle a mi vida un sentido diferente.

Gracias Olmo, amigo

brota en el horizonte de la vida
y yo que no los creía,

a mis compañeros
cuando hablaban de sus nietos
tanta adulación y entusiasmo
la baba resbalaba
por la comisura de sus labios
y despacio caía
cuando hablar de sus retoños sentía,

cuanto ardor ponían
con cuán pasión lo bordaban,
quien en su cantar decían:
y yo ahora digo ¡ que razón tenían!
aun no has nacido y ya siento tu calor
aun no estás aquí y te siento de ayer
oh Adrián, Adrián... tu calor y tu espera
mi amor aceleran

no se Adrián, de mí que será
aún no te veo
y siento tu deseo
José OLMO MAYA

Adrián, Adrián, que nombre tan bello
como bello debe ser la ternura y textura de tu piel
Adrián te acurruco, te susurro, te pellizco te siento
te veo en mi sueño
ohhhhh mi nieto. y aún no estás aquí....!

CUANDO NAZCA
Áy Dios qué manitas..!,
si parece que me ha mirado...!
¿Sabrá quien soy..?
Soy el abuelo, el abuelo Antonio,!

que ganas vive Dios tenía
de ver su cuerpecito y su rostro...

¿ se parece a mí?
¡sólo la barbilla..!

de su madre es
de su cara la redondez..!

de la mañana, nació impetuosa brisa
de su padre el semblante
de su tío el cabello
y de su abuela la sonrisa
de mi nieto, que es un regalo del cielo....

El amor de mis sueños

Y entonces, lo decidió. Desde el mismo instante en el que sintió su mirada fija en él, supo que estaba perdido. Tenia que decírselo, pero las palabras se resistían a acudir a su mente. No podía fallar, ni huir, sin decirle cuanto la quería, todos sus músculos estaban paralizados por no saber como le iba a pedir, que quería que fuera la mujer de su vida. A su alrededor, en el interior de la disco, caras borrosas, muchedumbre ajena a la importancia de lo que para él era lo mas significativo. Estaba perdido. Se acercó a ella, hipnotizado por la intensa mirada de aquellos ojos que tanto había amado en silencio. No fueron necesarias las palabras, ni súplicas, ni una declaración de amor. Simplemente, no fueron necesarias las palabras. Nunca lo son cuando una mirada es suficiente para comunicar un sentimiento.  Finalmente, se unieron en un beso, beso que secretamente habían estado anhelando. En ese momento dejo de estar perdido, había conseguido el amor de la mujer a la que más amaba.

Añoranzas

Por fin llego el día deseado. Me dirigí por carretera desde Cataluña hasta a Andalucía, después de algún tiempo por fin la vería. El viaje era interminable, más de doce horas, en un mes de Agosto agobiante de calor por carreteras manchegas y en un vehículo sin aire acondicionado, allí nos encontraríamos. En un pueblo pequeño del sur. Ahora sólo me quedaba esperar, esperar a realizar esos mil kilómetros que me separaban de la felicidad. Observé a lo largo de las estepas manchegas los muchos viajeros que viajaban por un motivo u otro en ambas direcciones. Al paso por Almansa, pare a tomar café, y no pude quitar ojo a una pareja de ancianos, que conversaban muy animadamente. Las cinco primeras horas pasaron rápidamente, las siguientes me parecían interminables. El paisaje cambiaba conforme transcurrían los Kilómetros, campos de cosechas y vides era lo que predominaba en el terreno. Pronto, la larga carretera me llevaría hasta sus brazos, en pocas horas mi sueño se haría realidad. Mi nerviosismo fue creciendo conforme más me acercaba a mi destino, tan sólo faltaban unas horas, mi corazón parecía que iba a explotar. Al fin llegué al pequeño pueblo y pude vislumbrar su silueta acercarse, y su cara sonrojada, en ese momento, sentí algo inexplicable, por fin íbamos a estar juntos hasta el fin de nuestros días.

Relájate, abre los ojos

Relájate, abre los ojos hacia la puesta de sol en el horizonte. 
Tu vida no tiene que cambiar en lo ineludible, nada  cambia en un segundo.
 La única elección que nos queda es mirar hacia delante, vencer el miedo que supone esa mejora y seguir y continuar persiguiendo aquello que quieres, edificar tu vida, debe ser una práctica inescrutable. 

Recuerdo sobre mi madre


En mi recuerdo me queda la imagen de una mujer pequeña, temerosa, sensible, afable, muy tranquila, ojos pequeños como apagados y pelo grisáceo.
Una de las ultimas evocaciones que me vienen a la memoria fue cuando tuvo su ultimo alumbramiento –una niña- y  como, entre los años 60/70, se desplazaba desde su domicilio a ocho kilómetros a comprar lo necesario para pasar la semana, estos ocho kilómetros los hacía caminando, y junto ella un niño que la acompañaba siempre, -creo que siempre pensó que este podía protegerla-.
Una  mujer que se incorporo al mercado de trabajo cuando el horario era de sol a sol y que llegaba a su casa, y tenía que cuidar y darle de comer a sus retoños.
Una mujer que se sentía satisfecha con la felicidad de los que amaba.
Una mujer que profesaba un cariño inmenso casi obsesivo hacia su retoño.
Tanto era el cariño que le profesaba, que para ella era su sostén y su principal pilar, una mujer por lo que daría todo lo que poseo por poder mirarla de nuevo un solo instante y recibir de ella un solo abrazo.
Esa mujer, es mi madre.
La mujer que te apoya cuando todo el mundo deja  de hacerlo.