martes, 15 de abril de 2014

UNA LLAMADA PROGRESISTA

Años atrás la palabra de los mayores eran consideradas, y sus decisiones tenidas en cuenta, no solo por los miembros de la familia, sino por la vecindad cercana. La vida ha cambiado tanto, que los consejos de los mayores han dejado de prevalecer, no solo en el entorno de amistades, sino también en el familiar. Los hijos, no tienen en cuenta a los mayores, se creen en la posición de la verdad, por el solo hecho del manejo de las tecnologías. No se dan cuenta, de que los mayores son capaces de actualizarse en conocimientos, y seguir la estela de esta generación de jóvenes, a veces insolentes, y mal educados. Si somos capaces de embravecernos y no permitimos asumir el guión establecido por ellos demostraremos que en épocas anteriores la sociedad en general no estaba equivocada, -habremos ganado el primer asalto-. No podemos ni debemos conformarnos con el guión que esta sociedad quiere marcarnos, la vida no ha de transcurrir sin sorpresas “fuera los guiones”, debemos y tenemos que disfrutar, cada segundo y cada momento de nuestras vidas. Tenemos que coger las riendas de esta sociedad corrupta y viciosa, se lo debemos a las generaciones venideras, ya que la actual nos ha pasado por encima sin que hayamos echo nada por impedirlo. Debemos, porque estamos obligados, dejar una sociedad más ecuánime, donde los niños sonrían y seamos capaces de disfrutar con ellos. Intentemos que nuestros sueños no mueran o caigan por un precipicio, experimentemos aquello que nos venga en gana, sin que nadie nos vea como bichos raros, jamás pensemos que venimos de vuelta. “Fuera la corrupción Política”. Entremos en ella y cojamos la sartén por el mango, seamos capaces de cambiar el proceso y ejecución del político y de la política, reconociendo la diversidad entre EL PROGRESISMO de este país. Seamos capaces de aunar esfuerzos para que esta crisis económica y el paro de este país deje de ser inestable y pase a ser positivo, o lo que es lo mismo, crear puestos de trabajo. Enseñémosle a esta casta política a ser honestos y pulcros con los ciudadanos de este país. Y digámosle que en política no todo vale. Hay que demostrarles que se puede hacer políticas para y por el ciudadano y que el principal problema de este país no puede ser precisamente los políticos, los partidos y los Sindicatos.