miércoles, 29 de mayo de 2013

La capacidad de amar



La capacidad de amar y querer es imprescindible para ser feliz, a la vez que nos da equilibrio y serenidad personal.
Todo esto, y algo más lo he conseguido con el nacimiento de mi nieto Adrián.
La experiencia de ser abuelos nos permite sentirnos jóvenes.
En mi caso, no puedo decir que haya recuperado el optimismo, ni que sonría mas, “no soy persona ni de lo uno, ni de lo otro”. Aunque si he de decir  que expando la buena nueva del nacimiento de mi nieto a los cuatro vientos.
La edad cronológica es la que es, la mental depende  de cada uno.
Hay viejos jóvenes y jóvenes viejos. A mí, el nacimiento de mi nieto Adrián me ha dado vida, y es por eso por el que creo tener el derecho a ejercer de abuelo como me plazca.
Creo tener la edad y la madurez suficiente para entender cual es el papel que debo ejercer.
Hay una frase que la voy hacer mía y  que viene en colación  con lo que hasta ahora hemos dicho que dice mas o menos (El secreto de la felicidad no es hacer siempre lo que se quiere sino querer siempre lo que se hace).
¿Todos los abuelos, nos habremos preguntado, que papel es el que tenemos que jugar ante padres y nietos? Lo tengo claro, jamás será el de educador, si será ese apéndice que en un momento dado le pueda hacer falta a mi hijo, mas por  experiencia, sentido común o excepción…
Tampoco pueden ser los abuelos los mal criadores, ni los responsables de su educación.
Nosotros,  como he dicho antes, seriamos también en este caso, ese apéndice que se alarga para continuar allí donde no llegan ellos. (Sus padres).
Aunque en este apartado, un poquito mal criador, puede que no sea mas o menos importante.




miércoles, 15 de mayo de 2013

Pensamientos en soledad

La vista atrás me ayuda a recordar quien soy Me siento solo y triste, siento un vacío en mi interior muy grande, gente a mi alrededor que me quieren. No tengo problemas, graves, hay momentos en los que me gustaría llorar, pero no puedo. Cuando estoy triste y solo. En el interior siento dolor emocional y no puedo ni siquiera derramar una lagrima, no me hago el fuerte, es que no puedo quiero llorar y no puedo. A veces me digo desahógate, llora !!!, que importa lo que digan o teman los demás, suelta eso que te quema por dentro y te produce tristeza, reprimirla, con el tiempo, genera más dificultades, y conflictos internos que te hacen sentir peor y aunque desees o necesites sentirte bien no podrás hacerlo. Te quise desde que estaba en el vientre de tu madre Te quise desde que estabas en el vientre de tu madre...mi nuera, para mí como si fuera mi hija. El día que naciste, todos en la familia lloramos y lloramos. Llantos de alegría, ¡!no podíamos creer que por fin te íbamos a tener entre nosotros!! Todos estábamos en la clínica emocionadísimos, viendo ese niño recién nacido, que nos cambiaria la vida a todos, y a mí en especial...., especial porque ahora iba a tener un status especial me ibas a convertir en abuelo!. Yo no podía dejar de llorar...pero de alegría! Fuiste recibido por todos, como el más grande amor entre los grandes por toda tu familia. Eras el primer nieto, imposible amarte más....todos detonamos de amor por ti. Ser tu abuelo, es una de las cosas más grande que me ha pasado en la vida. Sea mucha o poca la vida que me quede, quiero ser tu cómplice y tu amigo, siempre tendrás a tu abuelo, para lo bueno y para lo malo.

domingo, 5 de mayo de 2013

Querer de abuelo



 Querer a un nieto? La respuesta habría que analizarla en el contexto de que  es el último gran amor del hombre y el que nos permite sentir lo positivo de haber vivido.

Nacemos sintiendo el primer amor, un amor propio, el amor de una madre.

Luego, cuando nos enamoramos, entramos en la etapa del amor transferible   como puede ser la de nuestra pareja. (Hubo momentos en la historia de la humanidad que ese amor, fue intransferible, pero intransferible-engañoso; las leyes y la iglesia te obligaban a que así fuera).

Cuando tenemos un hijo, volvemos a sentir el amor privativo y al final de nuestro camino llega el tercer amor intransferible “los nietos” unión de nuestra propia sangre, la cadena genética de nuestros estirpes, la nueva dinastía que como nosotros nace y crece del árbol genealógico, del que hemos sido formados y al vernos decaer, con el paso del tiempo, "ellos", con su nueva savia, trasladan nuestros sueños, nuestros perfiles, nuestra práctica y hasta nuestro agotamientos mejorado. Pero además, llegan en el momento en el cual, nuestros hijos han iniciado su nuevo revoloteo de crear su propia familia y donde nosotros " ya no somos lo más trascendentales". Aunque siempre serán nuestros hijos, apenas cuentan con nuestra opinión y lógicamente ostentan la relación con otras personas a quien contarles las cosas.
Su nueva familia, como ley de sostenimiento de vida, les ha apartado de nuestro lado y auxilio y en esa tregua de soledad, vienen los nietos.

Sucede que para ser abuelo, antes hemos tenido que ser padres y esa experiencia nos enseñó a comprenderles mejor, y a hacerles sentir que simplemente son niños.

Quiero ser tolerante con mi nieto, porque la vida me enseñó que en la tolerancia, nace el verdadero respeto, quiero valorar sus juegos y la importancia que él le da.

 Ser abuelo, es puro amor de la vida, la entrega de nuestro propio ser sin vacilación, sin dudar y sin pedir nada a cambio...,.
En el momento actual, de violencia, paro…, deberíamos, los abuelos, tener mucho que decir. Nuestra figura, ha de perdurar en el tiempo y el recuerdo imborrable del abuelo y del niño, ha de ser y será una sonrisa en sus rostros. Las mujeres dicen "que el ser madres las ha realizado plenamente" yo digo que haber tenido un nieto en los brazos y haber jugado con él, es la verdadera respuesta  ha todo lo vivido.