domingo, 5 de mayo de 2013

Querer de abuelo



 Querer a un nieto? La respuesta habría que analizarla en el contexto de que  es el último gran amor del hombre y el que nos permite sentir lo positivo de haber vivido.

Nacemos sintiendo el primer amor, un amor propio, el amor de una madre.

Luego, cuando nos enamoramos, entramos en la etapa del amor transferible   como puede ser la de nuestra pareja. (Hubo momentos en la historia de la humanidad que ese amor, fue intransferible, pero intransferible-engañoso; las leyes y la iglesia te obligaban a que así fuera).

Cuando tenemos un hijo, volvemos a sentir el amor privativo y al final de nuestro camino llega el tercer amor intransferible “los nietos” unión de nuestra propia sangre, la cadena genética de nuestros estirpes, la nueva dinastía que como nosotros nace y crece del árbol genealógico, del que hemos sido formados y al vernos decaer, con el paso del tiempo, "ellos", con su nueva savia, trasladan nuestros sueños, nuestros perfiles, nuestra práctica y hasta nuestro agotamientos mejorado. Pero además, llegan en el momento en el cual, nuestros hijos han iniciado su nuevo revoloteo de crear su propia familia y donde nosotros " ya no somos lo más trascendentales". Aunque siempre serán nuestros hijos, apenas cuentan con nuestra opinión y lógicamente ostentan la relación con otras personas a quien contarles las cosas.
Su nueva familia, como ley de sostenimiento de vida, les ha apartado de nuestro lado y auxilio y en esa tregua de soledad, vienen los nietos.

Sucede que para ser abuelo, antes hemos tenido que ser padres y esa experiencia nos enseñó a comprenderles mejor, y a hacerles sentir que simplemente son niños.

Quiero ser tolerante con mi nieto, porque la vida me enseñó que en la tolerancia, nace el verdadero respeto, quiero valorar sus juegos y la importancia que él le da.

 Ser abuelo, es puro amor de la vida, la entrega de nuestro propio ser sin vacilación, sin dudar y sin pedir nada a cambio...,.
En el momento actual, de violencia, paro…, deberíamos, los abuelos, tener mucho que decir. Nuestra figura, ha de perdurar en el tiempo y el recuerdo imborrable del abuelo y del niño, ha de ser y será una sonrisa en sus rostros. Las mujeres dicen "que el ser madres las ha realizado plenamente" yo digo que haber tenido un nieto en los brazos y haber jugado con él, es la verdadera respuesta  ha todo lo vivido.



                                                          

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