Dicen que cuando nace un niño, también nace un abuelo, para mí, el nacer como abuelo ha sido algo muy grande; aunque también tengo en cuenta que otra generación viene empujando y, que el primero en caer por lógica y por naturaleza es precisamente el abuelo.
En este momento en el que mi nieto Adrián ha cumplido once meses, estoy pleno de felicidad, como si estuviera en otra dimensión
He de decir, que en mi casa todos disfrutan de Adrián, todos, lo quieren con locura. Yo disfruto con Adrián de una nueva juventud, sin la responsabilidad que tenía cuando críe a mis hijos pues esa responsabilidad, es de sus padres.
Todo en él es una gozada, cuando ríe, cuando llora, cuando quiere andar….
Cuando nació, fue como un rayo de sol, su presencia, nos hace a todos felices y, aunque no lo decimos, todos, estamos esperando que uno lo suelte para cogerlo otro; creo que para todos, ha sido esa fuerza que insufla el aire necesario para seguir viviendo.
Paso con él todo el tiempo que puedo o me dejan. Mi mujer dice que el niño quiere mucho al abuelo. No se cuanto me quiere ni hasta donde llegará con su querer hacia mi; pero si se cuanto lo quiero yo y os puedo asegurar que ha sido lo mas grande que ha pasado por mi vida.
Espero vivir lo suficiente, como para poder llevarlo a la guardería y verlo al menos con algunos años, los suficientes para ver que vida le puede sobrevenir.
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