Relájate, abre los ojos hacia la puesta de sol en el horizonte.
Tu vida no tiene que cambiar en lo ineludible, nada cambia en un segundo.
La única elección que nos queda es mirar hacia delante, vencer el miedo que supone esa mejora y seguir y continuar persiguiendo aquello que quieres, edificar tu vida, debe ser una práctica inescrutable.
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