Espero
que sepáis disculpar mi atrevimiento. Jamás había pensado hacer lo que intento,
un poema, (al final no sé si me saldrá
o no) ya que lo mío siempre fue y es, lo que yo llamo “micro relatos”,
pero el momento merece el intento y el atrevimiento. Todos los días no le nace
a uno un nieto y he aquí que hoy Adrián mi nieto cumple once días
que es además de guapo; el personajillo que me ha cubierto de una inmensa
felicidad. Por eso voy a intentar hacer un poemita. Venceré la vergüenza al
ridículo, él me dará fuerza.
Sé
que en este momento, no se dará cuenta (tiene once días), pero cuando sea mayor
y lea esto, aunque su abuelo no este, comprenderá cuanto lo ha querido.
Después
de nueve meses
Llegaba
mi primer nieto
El
que me haría sentir el amor más bello que cualquier persona pueda abrigar
El
día que naciste, fue sin duda el mejor de mi vida
Tu
alumbramiento, esperado como agua de mayo me colmo de felicidad.
Hoy
puedo decir que me consuelo con tan solo mirarte.
Y
que aunque tú no me veas, al mirarte y verte tan tierno y frágil mis lagrimas
he de limpiar.
Solo
tú eres capaz de arrancarme una sonrisa y enjugar mis lágrimas.
Por
desgracia el tiempo pasa muy de prisa y no se puede frenar, me gustaría
frenarlo, para que no pasaran los días, los años, para de ese modo tenerte
cerca, oír tus gritos y tu refunfuño, cuidarte, mimarte y abrazarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario