A los nietos se
les da tanto amor, tanto que jamás nadie puede sospechar soñaron. A los hijos se
les quiso y se les quiere son un testimonio del amor entre dos personas. Los
nietos, hay los nietos, estos son la confirmación de la existencia. Por eso se
quieren tanto, por eso son juguetes anímicos de la edad mayor.
Un nieto es un
deseo, a ellos se les ve de distinto modo, se les abraza se les acurruca y se
les como no se quisieron a los hijos. Este querer hacia los nietos no es ni más
ni menos, es, distinto.
Ellos los
abuelos dan los besos que quizás ya nadie les da. Se reedita la pubertad y el
corazón palpita robustamente como si fuera un corazón adolescente.
Con un nieto
en los brazos vuelve la juventud que se intenta escapar día a día. Entre nieto y abuelo, nada se pide, todo se da.
Es tan maravilloso
vivir ese amor hacia un nieto que jamás la cambiare por nada en el mundo.
Ver a un nieto
en tu morada, es renovar alegría, juventud y sobre todo vida. Los nietos son el
capital de los años de la cordura…. Con los nietos se revive de nuevo la
historia.